El número atómico como criterio de ordenación
La estructura atómica y la Tabla Periódica
Aunque la tabla de Mendeleiev
demostró la naturaleza periódica de los elementos,
la explicación de por qué las propiedades de los elementos
se repiten periódicamente tuno que esperar hasta el siglo
XX.
En
1911 Ernest Rutherford (a la izquierda) publicó sus estudios
sobre la emisión de partículas alfa por núcleos
de átomos pesados que llevaron a la determinación
de la carga nuclear. Demostró que la carga nuclear en un
núcleo era proporcional al peso atómico del elemento.
También en 1911, A. van der Broek propuso que el peso atómico
de un elemento era aproximadamente igual a la carga. Esta carga,
más tarde llamada número atómico,
podría usarse para numerar los elementos dentro de la tabla
periódica.
En 1913, Henry Moseley publicó los resultados de sus medidas
de las longitudes de onda de las líneas espectrales de emisión
de rayos X observando que la ordenación de los elementos
por estas longitudes de onda coincidía con la ordenación
obtenida con el criterio de los números atómicos.
Con el descubrimiento de isótopos de los elementos, se puso
de manifiesto que el peso atómico no era el criterio que
marcaba la ley periódica como Mendeleiev, Meyers y otros habían
propuesto, sino que las propiedades de los elementos variaban periódicamente
con número atómico.
La pregunta de por qué la ley periódica existe se
contestó gracias al conocimiento y comprensión de
la estructura electrónica de los elementos que comenzó
con los estudios de Niels Bohr sobre la organización de los
electrones en capas y con los descubrimientos de G.N. Lewis sobre
los enlaces de pares de electrones.
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