Ya sabemos que cuando hacemos pasar la luz a través
de un prisma óptico se produce el efecto llamado dispersión
que consiste en la separación de las distintas longitudes de
onda que forman el rayo incidente.
La luz blanca produce al descomponerla lo que
llamamos un espectro continuo, que contiene el conjunto de colores
que corresponde a la gama de longitudes de onda que la integran.
Sin embargo, los elementos químicos en estado
gaseoso y sometidos a temperaturas elevadas producen espectros discontinuos
en los que se aprecia un conjunto de líneas que corresponden
a emisiones de sólo algunas longitudes de onda. El siguiente
gráfico muestra el espectro de emisión
del Na (sodio):
El conjunto de líneas espectrales que se obtiene
para un elemento concreto es siempre el mismo, incluso si el elemento
forma parte de un compuesto complejo, y cada elemento produce su propio
espectro diferente al de cualquier otro elemento. Esto significa que
cada elemento tiene su propia firma espectral.
Si hacemos pasar la luz blanca por una sustancia
antes de atravesar el prisma sólo pasarán aquellas longitudes
de onda que no hayan sido absorbidas por dicha sustancia y obtendremos
el espectro de absorción de
dicha sustancia. El gráfico siguiente muestra el espectro de
absorción del sodio:
Observa que el sodio
absorbe las mismas longitudes de onda que es capaz de emitir.
La regularidad encontrada en los espectros discontinuos
supone un apoyo muy importante para comprender la estructura de los
átomos.
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