El cloro
se aisló por primera vez en estado libre
en 1.774 por Scheele tratando dióxido de
manganeso con ácido clorhídrico, aunque
con anterioridad Van Helmont había observado
el desprendimiento de un gas amarillo verdoso al
calentar una mezcla de ácidos nítrico
y clorhídrico (agua regia) que podría
ser cloro. En cualquier caso, tanto uno como otro
consideraron que se trataba de un compuesto.
En 1.810
Davy, Gay-Lussac y Thenard demostraron que se trataba
de un elemento.
Su nombre
procede del latín y significa verde
claro. |