Usos
El
níquel se usa como un revestimiento decorativo
y protector para metales, particularmente hierro,
aluminio y acero, que son susceptibles a la corrosión.
La lámina de níquel es depositada por electrólisis
en una solución de níquel.
Se usa en la fabricación
de pilas de Ni-Cd y
en multitud de componentes electrónicos.
El níquel
se usa principalmente en forma de aleaciones que tienen
infinidad de aplicaciones cuando interesa controlar la
dilatación, conferir propiedades mecánicas
especiales, aumentar la resistencia a la corrosión,
disponer de cualidades magnéticas específicas
o disminuir la conductividad eléctrica.
Estas aleaciones
se emplean para la fabricación de partes del automóvil
como ejes, frenos, engranajes, válvulas y rodamientos,
resistencias eléctricas, transformadores, telas
metálicas, chasis de instrumentos de precisión,
aparatos para criogenia, etc.
Las aleaciones
de cuproníquel usadas para las monedas tienen un
de 25% de níquel y un 75% de cobre.
El níquel
finamente dividido absorbe 17 veces su volumen de hidrógeno
y se usa como catalizador en muchos procesos, incluyendo
los de hidrogenación de petróleos.
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