El hecho de que los dos extremos estén fijos, y por tanto necesariamente de amplitud nula en todo momento, impone una fuerte restricción sobre las ondas que se pueden propagar en el seno de tales cuerdas.
Las frecuencias permitidas reciben el nombre de frecuencias de resonancia o armónicos. La más baja de todas, se denomina fundamental o primer armónico.
En la simulación se ve la existencia de nodos y antinodos (o vientres), para cada armónico, es decir puntos de amplitud nula y máxima respectivamente. Como se observa en la simulación, la condición de resonancia para el armónico de orden n es:
L = n λn / 2
donde n = 1, 2, 3, ...